Hay una cosa que a menudo los adultos, hasta que no nos convertimos en padres, tendemos a subestimar: el juego de los niños. El juego puede parecer sólo una manera para que los niños se entretengan y se lo pasen bien un buen rato pero en realidad es mucho más: es tocar, descubrir, oler, conocer distintos materiales, manipular, construir, conseguir primeros grandes retos solitos.
Jugar es aprender y crecer cada día un poquito más. Por eso creo que es muy importante escoger un material de juego que sea de buena calidad, versátil, duradero, intergeneracional y por qué no, también bonito, como el de Palopalú que tuvimos el placer de descubrir hace unos días.
Al recibir el puzzle “Dino” y la marioneta “Toscani” nos dimos cuenta enseguida de que no estábamos tocando unos juguetes cualquiera sino unas piezas de juego únicas en su género y como nos gustan a nosotros: sin género, versatil y de una calidad brutal.
Palopalú es un precioso proyecto que nace hace 5 años en un pequeño taller de Bilbao y detrás están dos chicas que son dos artistas: Rosalía y Elena, restauradora la primera e ilustradora la segunda, amigas y compañeras de carrera en Bellas Artes.
A través de la madera, material natural por excelencia, ellas dos dieron vida a su personal revolución: crear un producto diferente, sostenible, que despierte los sentidos y atrape la vista. Con sus propias manos, Elena y Rosalía dan forma, color y vida a la madera, creando cada vez un producto nuevo y prácticamente único porque de cada pieza solo existen pocas unidades.
Rosalía y Elena no solo crean juguetes de madera, de hecho Palopalú tiene tres líneas: la infantil, la decoración y la personalizada y en su web encontrarás tazas, láminas, percheros, colgadores y cada pieza está hecha a mano, con mimo y con su propia historia para contarte.
Palopalú tiene una misión bien clara: huir de lo artificial para devolvernos un producto natural, sostenible y duradero. Este proyecto es una apuesta contra el momento social y cultural en el que vivimos y donde la producción se ha vuelto tan industrial que está deshumanizada.
Creo que como padres tenemos la oportunidad de enseñar a nuestros hijos a consumir responsablemente empezando por una compra consciente de juguetes, escogiendo los que realmente nos hacen falta, que sean duraderos, evitando las compras compulsivas, sobretodo ahora que se acercan las Navidades y todos estamos pensando en qué regalar a nuestros hijos o sobrinos.
Palopalú es sin duda una buena opción regalo, tanto para niños como para adultos y es una manera de cuidar de nuestro planeta, apostando por la sostenibilidad. Porque cada vez que compramos también estamos decidiendo nuestro futuro y el de nuestros hijos y cada decisión que tomamos influye.
El puzzle “Dino” es una verdadera obra de arte: pensado, dibujado, cortado y pintado completamente a mano.
Y si para tus regalos de Navidad estás buscando el efecto “Wooow”, con los juguetes de Palopalú lo tienes asegurado: mis peques se quedaron impresionados mirando el puzzle (bueno, y yo también, ¡os lo confieso!) y se quedaron un buen rato mirando y jugando con tanta belleza!