Mussolets – Saleta de Joc, en Sant Cugat, es un espacio pensado para familias con niños y niñas de 0 a 3 años, en el que el juego libre, la educación emocional y el vínculo están en el centro. El lugar perfecto para hacer una pausa del ritmo trepidante del día a día y jugar juntos.
Esta ludoteca, es una pequeña joya educativa: un espacio cálido, cuidado hasta el último detalle, donde se respira respeto por la infancia y por los vínculos familiares. Un refugio en el que hacer una pausa, dejarse llevar por el juego y compartir momentos que importan.
Nosotros, hemos tenido la suerte de poder visitar el lugar y participar en una de sus actividades y tanto a mí como a mis dos pequeños, Agost y Guiu, nos ha cautivado, salimos de Mussolets con una botella sensorial hecha con nuestras propias manos, bueno las manitas de Agost y el corazón lleno. ¡Os cuento más!
Un espacio pensado para el juego libre
Jugar en Mussolets – Saleta de Joc es como sumergirse en una burbuja de calma. Desde el primer instante se percibe un confort especial, fruto de un espacio estéticamente cuidado, donde todo está pensado al milímetro para favorecer el juego libre y autónomo de los niños. El mobiliario de madera clara, los colores suaves, la luz tenue y la distribución armoniosa invitan al descubrimiento y al juego tranquilo, pero estimulante.
Las distintas zonas están perfectamente diferenciadas y adaptadas a las etapas del desarrollo: una área de psicomotricidad suave con rampas y estructuras acolchadas para trepar, una piscina de bolas…ideal para que el pequeño Guiu disfrutara gateando sin parar; un rincón de juego simbólico con cocinitas, un veterinario, muñecos y objetos cotidianos donde Agost nos preparó unos desayunos riquísimos; una zona sensorial con materiales diversos y manipulativos; y un espacio lector con libros seleccionados con mucho gusto.
En Mussolets todo invita a bajar revoluciones, mirar a tu hijo y simplemente disfrutar del momento presente.
También hay una zona de mesas para que los padres y madres disfruten de un té o café, situadas junto a su enorme cristalera por donde entra una luz natural cálida y mágica que ilumina toda la sala.
En un momento en el que disfruté del sol que entraba por la ventana y la paz del espacio, me di cuenta que el hecho de que esté especialmente orientado a niños y niñas de 0 a 3 años lo convierte en un espacio realmente único, donde los más pequeños se sienten cómodos, seguros y protagonistas de su propio juego.
¿Quién está detrás de este precioso espacio de juego?
Una de las cosas que hace especial Mussolets es la calidez humana del proyecto. Al frente encontramos a dos mujeres apasionadas y comprometidas: Elisa y Andrea.
Elisa es la fundadora y madre de Olivia, se encarga de que todo funcione con fluidez y armonía. Tiene una mirada atenta a los detalles y transmite una serenidad que se nota al entrar. Es quien se asegura de que cada familia se sienta como en casa, con espacios limpios, bonitos y funcionales.
Andrea, es educadora infantil y quién piensa y dinamiza las propuestas de juego y actividades. Es pura creatividad con fundamento pedagógico, y transmite una pasión sincera por acompañar el juego y el descubrimiento de los niños.
La combinación entre la sensibilidad de Elisa y la magia pedagógica de Andrea es lo que convierte Mussolets en un espacio único, pensé mientras la actividad avanzaba con naturalidad, sin prisas ni estrés.
Una propuesta para cada familia
En Mussolets se pueden realizar actividades muy variadas, siempre con una mirada respetuosa, creativa y no directiva que se agradece especialmente en un contexto donde muchas propuestas infantiles están excesivamente estructuradas. Ofrecen juego libre, talleres creativos y propuestas sensoriales pensadas principalmente para niños y niñas de 0 a 3 años, una franja de edad a menudo olvidada en la oferta de ocio familiar.
Además, cuentan con un proyecto muy interesante: el Club Mussolets, pensado para familias que quieren acudir con regularidad y formar parte de una comunidad educativa y lúdica, ya sea porque todavía no van a la Escuela Infantil o porque quieren tener la tranquilidad de poder contar con un espacio donde estar junto con otras familias.
Disponen de dos modalidades de suscripción mensual (Básica y Premium). La suscripción básica incluye un turno fijo de juego libre de 2 horas para un bebé y un acompañante, de lunes a sábado, mientras que la Premium ofrece un turno flexible para un bebé y uno o dos acompañantes, incluso con la posibilidad de realizar hasta 2 turnos al día, ideal para quienes desean mayor libertad. Ambas incluyen prioridad en la reserva, descuentos en talleres y eventos, y pre-reservas exclusivas 24h antes que el público general. Además, permiten el cambio de acompañante sin coste adicional y ofrecen descuentos en entradas puntuales para amigos o familiares que visiten el espacio por primera vez.
Nosotros participamos en una sesión de creación de botellas sensoriales, y fue una experiencia preciosa. El taller estaba conducido por Andrea, que nos ofreció una mesa llena de materiales (pasta de colores, plumas, huevos de pascua, líquidos de colores, aceites, agua…) y guio a los pequeños para que crearan su propia combinación. Nuestro pequeñín disfrutó muchísimo del proceso, ¡y yo también!
No se trataba solo de hacer una botella sensorial, sino de crear un recuerdo juntos, con las manos ocupadas y el corazón presente.
Una de las cosas que más me gustó es que las actividades no buscan que los niños “aprendan” como si estuvieran en clase, sino que parten de la experiencia sensorial, del placer de hacer, del juego compartido y de la conexión emocional entre adulto e hijo. Además de este tipo de talleres, en Mussolets también organizan sesiones de yoga en familia, cuentacuentos, música para los más pequeños, juegos temáticos según la estación, y propuestas especiales para fechas señaladas.
Un espacio pensado desde el amor, la crianza y el respeto
Elisa decidió crear este proyecto al identificar una necesidad real: la falta de espacios exclusivos para niños de 0 a 3 años donde puedan expresarse libremente, sin sentirse cohibidos por la presencia de niños más mayores. En muchos lugares, los más pequeños se ven limitados en su juego, y Mussolets nace precisamente para ofrecerles un entorno seguro, adaptado y respetuoso con su ritmo.
Tanto Elisa como Andrea comparten una filosofía común: crear un espacio donde las familias puedan conectar, jugar y crecer juntas. Mussolets no es solo una propuesta lúdica, también es una herramienta de apoyo a la crianza. Un lugar donde compartir dudas, observaciones y descubrimientos sin juicios, con otras familias que buscan una crianza más consciente. Esta visión se refleja en cada detalle, desde la actitud atenta y amable del personal hasta la calidad de los materiales.
Actividades y juego libre en el centro de Sant Cugat
Mussolets – Saleta de Joc se encuentra en el centro de Sant Cugat del Vallès, en un edificio que no te dejará indiferente debido a sus combinación de estilos moderno y clásico y sus columnas y grandes ventanales que te recuerdan a un edifico señorial. Mussolets está cerca de la estación, lo que facilita mucho el acceso si vienes en transporte público o caminando. Disponen de horarios adaptados tanto para familias que quieren jugar un rato después del cole como para quienes buscan una actividad especial en fin de semana.
El calendario de actividades se puede consultar en su web mussolets.com o en su Instagram, ¡dónde tienen sus últimas novedades!
Un espacio para crecer, jugar y conectar en familia
Si buscas un espacio de juego de calidad en Sant Cugat, cálido, cuidado y pensado para favorecer la conexión emocional con tus pequeños, Mussolets – Saleta de Joc es tu lugar. Con propuestas respetuosas, un ambiente que invita a quedarse y unas profesionales que hacen de cada visita una experiencia única. ¡Os aseguro que repetiréis!
Síguelas en Instagram o consulta su web para estar al corriente de todas sus propuestas. Y si tienes la oportunidad, apúntate a una actividad como la que hicimos con mi pequeño: saldrás con el corazón lleno y una botella sensorial que recordará aquellos minutos de magia compartida.