El nuevo espacio de fotografía de Barcelona, el KBr Barcelona Photo Center de la Fundación MAPFRE, se encuentra en el barrio de Poble Nou. Este espacio cultural tiene como objetivo acercar la fotografía a las personas, ofreciendo exposiciones, talleres y visitas guiadas en torno a la fotografía y los fotógrafos. Un nuevo lugar de Cultura Family Welcome que nuestra agente Mammaproof, Rebecca Gale y su hija han podido certificar.
Un soleado día de diciembre, dos nenas de 12 años y yo fuimos desde las montañas de Collserola hasta el mar en transporte público para visitar el Centro de Fotografía KBr. ¿Sabéis por qué se llama KBr? ¡Es el nombre de un compuesto químico que se usa para desarrollar las fotografías! Interesante, ¿verdad? Pues aprendimos eso y mucho más.
El edificio
Como si hubiera sido diseñada por un fotógrafo, la planta baja del edifico está inundada de luz natural. A pocos metros del mar, los grandes ventanales aprovechan al máximo la luz del sol. Hay una pequeña tienda de fotolibros al entrar, sin paredes, acentuando la sensación de amplitud del espacio.
Nada más llegar nos invitaron a pasar al taller, con vistas al mar, y conocimos a Marina, nuestra guía. Dejamos nuestras cosas allí, y la seguimos a la primera planta, donde se ubican las dos salas de exposición. Aquí la luz natural ya no entra, para dar el máximo de protagonismo a las fotos que cuelgan en las paredes.
Exposiciones temporales y primeros conceptos de fotografía
La exposición temporal que fuimos a ver era de Paolo Gasparini, un fotógrafo italo-venezolano, que nos brindó una oportunidad ideal para adentrarnos en la fotografía, ya que Gasparini ha fotografiado el continente latinoamericano durante seis décadas. A través de sus fotos nos enseña las contradicciones y las realidades sociales diversas de lugares como Bogotá, Caracas, La Habana, Brasilia o São Paulo, y las contrasta con otras tomadas en ciudades de Europa y de Estados Unidos.
La primera parte de la visita taller se realiza en la sala de exposiciones. Delante de las obras, la educadora da una breve introducción sobre el arte de la fotografía y del artista al que está dedicada la exposición, después nos conduce para contemplar una selección de obras. En cada imagen, se explica un concepto diferente: el encuadre, el punto de vista, la luz, el lenguaje, la composición y los recursos, como por ejemplo, los dípticos: parejas de fotos que se complementan o contrastan. Después de las explicaciones, la educadora ofreció a las niñas varias imágenes impresas del artista y les invitó a emparejarlas. Para explicar el punto de vista, nos enseñó dos fotos diferentes de una familia y preguntó de qué manera el punto de vista cambiaba la manera de interpretar la escena en el espectador.
A través de preguntas y propuestas diferentes, invitaba continuamente a las niñas a pensar y a contemplar con más profundidad lo que estaban viendo. Las explicaciones eran interesantes y provocaban curiosidad: enseguida entendían lo que les estaban transmitiendo y veían las imágenes con una nueva mirada.
Visitas y talleres para familias
Después de esta súper introducción a la fotografía, volvimos a la planta baja para la práctica del taller. Las nenas recibieron una cámara digital cada una y Marina les propuso una nueva actividad: ir a tomar varias fotos afuera, alrededor del KBr, teniendo en cuenta los conceptos que acababan de aprender. Las nenas salieron entusiasmadas y comenzaron a disparar. Aunque al principio estaban un poco inseguras y tímidas, ¡de repente llegó la inspiración y sus habilidades de observación explotaron! Descubrieron sombras, espejos, grietas, pelos soplados por el viento, una gaviota vigilante en lo alto de un edificio…
A la vuelta al taller, Marina miró las fotos ya realizadas y les explicó que ahora tocaba crear su propio “fotolibro”, con 4-5 imágenes de las que habían tomado. Unas mini-impresoras imprimieron la selección de fotos mientras mirábamos alucinadas como las imágenes salían primero amarillo y magenta, antes de salir con los colores normales al añadir el azul y el blanco, para acabar.
Con las fotos impresas, cada una construyó su mini “fotolibro”, escogiendo el formato y el orden de las fotos. Como veis, ¡el resultado final fue bastante alucinante!
Las dos disfrutaron mucho del taller, por supuesto especialmente de la parte práctica, pero estoy convencida de que toda la parte teórica y la observación de las imágenes de la expo, previamente, hicieron que el resultado final fuera mucho más interesante, porque les hizo fijarse en muchos conceptos de fotografía que no son obvios a primera vista.
Las exposiciones en la sala KBr son temporales, de esta manera, y cada tres meses, se inaugura una nueva exposición en la que siempre habrá un nombre destacado de la historia de la fotografía: Lee Friedlander, Bleda y Rosa, Carry Mae Weems, Ilse Bing, Tina Modotti, Eggleston, etc.
La fotografía es una de las disciplinas artísticas menos conocidas, al menos en España, pero tiene mucho que ofrecer y se puede disfrutar perfectamente en familia. Para aprovechar al máximo las explicaciones teóricas, este taller seguramente es ideal para niñas y niños a partir de 6 años. Sin duda volveremos, ¡y lo recomendamos 100% a todas las familias inquietas y creativas de la familia Mammaproof!
