A veces no hace falta ir muy lejos para vivir una gran aventura. En nuestra última escapada en familia hemos explorado un montón de rincones del Baix Llobregat y hemos descubierto que tiene mucho, pero que mucho, por ofrecer a las familias.
Los espacios naturales del Delta del Llobregat, su impresionante mirador de aviones, el castillo de Castelldefels y su instalación inmersiva Piratia, las Cuevas del Salnitre o su ruta de los 7 balcones de Montserrat son algunas de las propuestas que hemos conocido nosotros. Y es que junto al Consorci de Turisme del Baix Llobregat hemos pasado un fin de semana repleto de propuestas que os recomendamos un montón.
Para poder disfrutar de las propuestas familiares de la comarca, el Baix Llobregat ofrece, además, unos cupones de descuento en muchos de sus equipamientos y visitas, podéis echar un vistazo aquí porque merece mucho la pena.
¡Os contamos nuestra aventura!
Descubriendo el Delta del Llobregat y el mirador de los aviones del Prat de Llobregat
Comenzamos nuestra escapada en plena naturaleza, en los espacios visitables naturales del río Llobregat, una red de espacios naturales protegidos pertenecientes a los municipios del Prat del Llobregat, Viladecans, Gavà y Sant Boi.
Después de dejar el coche en el aparcamiento y caminar tan solo 10 minutos, llegamos al punto de información donde nos cuentan todo lo que podemos divisar durante los caminos y miradores que encontraríamos a nuestro paso a través de la diversidad biológica de flora y fauna de la zona (con horario de apertura y cierre adaptados a cada época del año).
En nuestro camino descubrimos diferentes espacios naturales como son lagunas, humedales, juncales o pinares sobre dunas. Además, desde el consorcio para la protección de los espacios naturales del Delta del Llobregat organizan actividades para los visitantes, muchas de ellas, familiares. No olvidéis vuestra gorra, agua fresca, prismáticos y algo para picar para disfrutar de vuestro paseo en familia.
Justo al lado del aeropuerto del Prat del Llobregat encontramos un espacio donde disfrutar de una panorámica perfecta de avistamiento de aviones e imaginar hasta dónde volarán cada uno de ellos o cuántas nubes atravesarán a su paso hasta el destino marcado. Con espacio para aparcar al lado de los miradores y sentarse (o tumbarse) en cada uno de los asientos de piedra para “mirar al cielo”, pasar un buen rato en el mirador es un plan diferente y atractivo.
Después de explorar esta zona, nos dirigimos al restaurante Embarcadero, en el municipio de Castelldefels, un restaurante delante de la playa con una preciosa terraza que ofrece productos de proximidad y alta cocina mediterránea de gran calidad. En su carta encontramos, además de los arroces que son su especialidad, variedad de productos del mar y de la tierra y también opciones de platos infantiles.
Y después de la rica cena, nos dirigimos a nuestro alojamiento los Apartamentos Marfina, un coqueto complejo familiar, situado en primera línea de playa, los primeros de estas características en Castelldefels que actualmente se encuentran totalmente renovados y modernizados en todas sus instalaciones.
Con cocina en cada uno de los apartamentos y balcón con vistas al mar o a la montaña, en los Apartamentos Marfina pudimos disfrutar de espacios y servicios como su sala de juegos infantil, su servicio de juegos de mesa y de alquiler de bicicletas, de tumbonas y de tablas de paddle surf. El desayuno increíble, y lo puedes tomar tanto en la cafetería interior como en su terraza exterior. Los apartamentos cuentan con párquing dentro del complejo.
Encontramos un trato familiar, profesional y muy cercano de todos sus empleados y propiedad. Gracias a ellos, estuvimos tan cómodos como en casa y con unas vistas privilegiadas.
Siguiente parada: piratas y actividades náuticas en Castelldefels
Alzándose en el punto más alto de una colina encontramos el Castillo de Castelldefels, una fortaleza que se erigió de la imperativa necesidad defensiva durante la época de la piratería. Muchos años más tarde, el banquero Manuel Girona encargó su restauración como futura vivienda pero nunca llegó a vivir en el castillo y posteriormente el Ayuntamiento de Castelldefels se encargó de abrir sus puertas a los visitantes.
Dentro del castillo hemos podido disfrutar de estancias tales como la sala de esgrima, sala de maquetas, la terraza o la iglesia, con la posibilidad de hacerlo en visita guiada o visita libre con audioguía explicativa de cada punto por el que pasamos.
Para mayor disfrute de nuestros niños, el Castillo ofrece Piratia, una exposición interactiva e inmersiva donde nos introducen en el mundo de la piratería y las técnicas utilizadas en el castillo para luchar contra ella. Una exposición que combina datos históricos con juegos inmersivos para adentrarse en el mundo de los piratas y hacerlo lo más divertido tanto para pequeños como para mayores.
Seguimos nuestra visita en la misma playa de Castelldefels, el Club Nàutic Garbí está especializado en actividades náuticas durante todo el año para diferentes edades y niveles de experiencia. Para familias, cuentan con extraescolares, casales y experiencias náuticas en familia.
Una de sus experimentadas monitoras nos recomendó, dadas las edades de nuestros niños, hacer la actividad de kayak. Durante una hora y en la playa de Castelldefels pudimos disfrutar de una experiencia náutica donde el Club cuenta con años de experiencia e instalaciones completas (taquillas, duchas, trajes de neopreno, chalecos salvavidas, etc). Finalmente, un baño en alta mar fue el punto final de una actividad familiar muy marinera.
En la misma playa de Castelldefels con terraza situada en la arena y opción de espacio más acotado probamos la cocina del Chiringuito Carita Morena, uno de los más conocidos de la población que mezcla alta cocina y tapas sofisticadas con opciones más playeras y veraniegas. Su variada carta hizo que tanto adultos como niños terminásemos satisfechos de la calidad y del espacio privilegiado con el que nos encontrábamos. Como inicio del verano, no pudieron faltar los helados al finalizar la comida.
Visitamos el espacio agroambiental de Viladecans
En la Fundación Sigea, Xavier y Estrella cuentan con una extensión agrícola llena de propuestas familiares. Con un conocimiento exquisito de su trabajo, pudimos pasar una tarde como campesinos haciendo actividades diversas y muy singulares que nos acercaron a la vida del campo de antaño.
Comenzamos con un paseo en carruaje hasta los huertos del espacio entre paso y trote para después ayudar en las labores de la granja con las ovejas y las gallinas. También pudimos descubrir su actividad agrícola y plantamos tomates y albahaca, que más tarde nos llevamos a casa y que ahora crecen en nuestro balcón, mientras aprendimos sobre vida y curiosidades del campo.
Una gran tarde de experiencias agrícolas en un entorno privilegiado donde también se realizan cumpleaños y actividades personalizadas o temáticas familiares.
Para terminar la jornada cenamos en el Chalito, un chiringuito de playa frente al mar, famoso por sus milanesas y con una cocina sencilla y familiar pero con una gran variedad en su carta. Un lugar perfecto para que los más pequeños disfruten. Además, encontraréis un parque infantil justo al lado por si algún peque necesita gastar pilas.
Montserrat desde sus cuevas y balcones
En las entrañas de la montaña de Montserrat se encuentran las Cuevas del Salnitre o Cuevas de Montserrat de Collbató, un legado natural ideal para familias aventureras.
La entrada a las cuevas requiere de reserva previa y la visita es siempre guiada en las horas señaladas por uno de sus expertos en geología. Cuentan con un espacio habilitado para aparcar para, después, realizar una subida a pie de 244 escalones por el exterior de la montaña hasta llegar a la entrada de las cuevas. Con chaquetas de verano para toda la familia pudimos disfrutar de la visita donde nos adentramos hasta a 20 metros de profundidad y descubrimos esta joya escondida dentro de la montaña de Montserrat.
Las cuevas no son aptas para claustrofóficos pero sí que lo son para aventureros curiosos que disfruten descubriendo el proceso geológico de cada cavidad y sala, dicen que Antoni Gaudí se inspiró aquí para su Sagrada Familia.
Después de las cuevas comimos en Mas Sunyol, en el municipio de Castellví de Rosanes, una masía con casi 500 años de historia donde disfrutar de cocina tradicional catalana en un entorno privilegiado con vistas a Montserrat. Dispone de varios salones y en la misma finca cuentan también con viñedos privados y un mirador espectacular para celebrar ceremonias civiles.
Para los más pequeños hay menú infantil, pero también ofrecen alternativas para adaptarse a sus gustos. Una gran opción gastronómica para disfrutar de Montserrat que nos encantó a todos además, por el trato exquisito de Albert, su familia y resto de empleados.
Y para terminar nuestro fin de semana y admirar la espectacular Montaña de Montserrat desde otra perspectiva, os recomendamos mucho los siete balcones de Montserrat que nos ofrecen una vista panorámica, desde diferentes miradores situados en los municipios de Olesa de Montserrat, Abrera, Collbató, Castellví de Rosanes, Esparreguera, Sant Esteve Sesrovires y Martorell.
Una ruta increíble por 7 puntos del Baix Llobregat donde, además de disfrutar de su panorámica pudimos explorar cada uno de los pueblos donde se encuentran.
Y es que el Baix Llobregat ofrece infinidad de opciones para disfrutar en familia al aire libre, con espacios naturales únicos, grandes actividades para todos los gustos y una gastronomía para repetir una y otra vez. Y todo ello a un paso de Barcelona.
¿Te animas a vivir esta escapada tan completa con tu tribu? En la web oficial de Turisme Baix Llobregat encontrarás toda la información para organizarla a tu medida.