En casa nos gusta reservarnos el domingo para pasarlo “descansando” (o todo lo que eso puede significar con un niño de 1 y uno de 3 años en casa). Pero este domingo teníamos un planazo que no podíamos perdernos, la clase de yoga en familia en The Garage Blume.
Hacía tiempo que le tenía el ojo puesto a este espectacular estudio de yoga de aire industrial situado en el Poble Sec, así que la clase de yoga en familia que organiza Babyogui era la excusa perfecta para catarlo.
La experiencia no nos ha defraudado y estoy segura de que repetiremos pero lo que ha acabado de poner la guinda al día y convertirlo en planazo ha sido nuestro brunch en el hotel Brummell. Es por eso que quiero compartir contigo nuestro brunch en el patio del hotel Brummell.
Este hotel boutique está al ladito mismo de The Garage Blume (de hecho sus huéspedes tienen acceso incluido) y es un lugar realmente especial. Una decoración cozy y cuidada al milímetro con montones de plantas relucientes y cosas bellas por todas partes.
Como estábamos con amigos y había 4 niños, hemos decidido quedarnos en el patio interior. Un espacio luminoso y sereno, con más plantas hermosas y con un pequeño estanque de aire zen (que ha vuelto locos a nuestros minis). Pese al frío estábamos de lo más confortables gracias a las estufas que había instaladas.
Dada la hora nos hemos regalado un buen brunch (disponible de 11 a 16h). La carta es extensa y está repleta de propuestas deliciosas: huevos pochados con salmón, ramen, tostadas, ensaladas, cold pressed juices…
La comida estaba deliciosa y la hemos disfrutado tanto los mayores como los pequeños. Si bien es cierto que han tardado un poco en servirnos, ha merecido la pena. Además, el staff ha sido de lo más amable con nosotros y con nuestros pequeños que han correteado por todo el patio y lo han pasado en grande.
Disponen de tronas y, aunque no hay menú infantil, sí que tienen propuestas sanas y del gusto de los #foodiekids Tampoco hay cambiador en el baño pero la buena disposición de la gente que trabaja allí hacen que eso no sea un problema y te ayuden a encontrar un lugar para cambiar el pañal a tu bebé.
No sé si era por la hora o porque coincidía con el fin de la clase de yoga en familia pero lo cierto es que el lugar estaba lleno de familias, jóvenes y modernas, con ganas de pasar un domingo agradable y relajado con la tribu.
Una experiencia muy recomendable. Se agradece que cada vez haya más hoteles en Barcelona que se esfuercen por satisfacer las necesidades de los locales además de las de los turistas. ¡Larga vida al brunch del Brummell!
