Hace unos días nos fuimos de escapada familiar a descubrir Torroella de Montgrí – l’Estartit y Roses de la mano de la Agencia Catalana de Turismo, una zona de la Costa Brava en la que aún no habíamos estado y que nos sorprendió muy gratamente.
La Costa Brava es mundialmente conocida por sus playas. Los 200 km de litoral entre Portbou y Blanes están salpicados de playas y calas escondidas entre acantilados. En ella puedes descubrir pueblos pesqueros de postal. Además, la Costa Brava ha inspirado a muchos artistas, debido a su precioso paisaje y la riqueza de su historia y su cultura.
Nosotras fuimos a pasar un fin de semana y disfrutamos de una variedad de planes en familia. ¡Os lo contamos todo!
Descubriendo la Mediterránea en Torroella de Montgrí
El viernes fuimos directas a Torroella de Montgrí a visitar el Museo de la Mediterránea , un espacio participativo e interactivo donde se puede descubrir la historia, la naturaleza y la música de la Mediterránea a través de los 5 sentidos.
El museo nos explica la historia de una manera muy amena, y en la que las criaturas pueden sentirse partícipes, en cuanto pueden interactuar con los diferentes elementos que se ofrecen.
Además de la exposición permanente de la Mediterránea, el museo alberga la Sala de los Gigantes y las Bestias, un espacio donde se exponen las imágenes festivas del pueblo (el áliga, el dragón, el gigante, la gigante y todos los cabezudos). Además se puede visualizar un video que hace un recorrido por la historia de la cultura popular de Torroella de Montgrí – l’Estartit.
Para los peques lo más increíble es que pueden sentirse parte de una agrupación de gigantes, colocándose alguno de los cabezudos o caballos aptos para usar. Nosotras casi nos quedamos allí a dormir, era imposible sacar a mis hijos de allí!
El museo también organiza salidas para conocer el territorio, como la que se realiza a la antigua mina de agua de origen medieval (a nosotras nos quedó pendiente poder hacerla). Este equipamiento es gratuito y está abierto todos los días menos el martes.
Cuando por fin pudimos salir del museo, dimos un paseo por Torroella de Montgrí, que es la parte interior del municipio formado por Torroella de Montgrí – l’Estartit, un pueblo con personalidad llena de vestigios de las diferentes épocas que la han conformado. Paseando por sus calles se pueden descubrir restos arquitectónicos que te harán viajar en el tiempo.
El centro de Torroella de Montgrí es precioso, un lugar ideal por el que poder dar un paseo en familia. Todas las calles confluyen en la plaza principal donde se organizan los eventos más importantes del pueblo.
Estuvimos paseando hasta que se hizo de noche y decidimos cenar por allí en el restaurante la Sala, un lugar que nos habían recomendado y que fue una elección muy acertada.
Acabamos el viernes tan casadas que llegamos al hotel y caímos rendidas.
Nos alojamos en el Hotel Nereida, en el Estartit. Un hotel familiar, situado en uno de los mejores centros turísticos de la Costa Brava, con las Islas Medas y la Mediterránea de talón de fondo en un marco incomparable.
El hotel cuenta con una pisicina y una zona chill out exterior, además de instalaciones pensadas para las familias, como el parque exterior y una zona con separación de seguridad dentro de la piscina, para la tranquilidad de las familias.
El sábado nada más despertarnos bajamos al bufé libre del hotel, lo mejor de alojarse en un hotel (además de dormir en una cama enorme) es el poder elegir qué desayunar.
Después de llenar la barriga, ponemos rumbo a la Oficina de Turismo del Estartit.
Ruta del Estar y el Tit, para conocer los paisajes marinos
Desde la Oficina de Turismo nos aconsejaron hacer la ruta del Estar y el Tit. Se trata de una ruta autoguiada con dos personajes (la estrella Estar y la gaviota Tit), que proponen una serie de juegos y enigmas que se encuentran en cada punto de interés.
Durante la ruta encontramos estos lugares señalizados con unos plafones donde se encuentran unos códigos QR con la información.
Nosotras hicimos la ruta que va rodeando la playa hasta la Gola del Ter. Un paseo muy agradable para hacer con peques, ya que por el camino se encuentran diferentes parques infantiles en los que poder parar a descansar un rato.
Las vistas de las Illes Medes y de la playa eran preciosas, y la ruta se nos hizo muy amena ya que los peques iban en bici y estaban muy emocionados por encontrar los plafones para descifrar los enigmas que nos proponían el Estar y el Tit.
Acabamos la ruta en la Gola del Ter, donde el río Ter desemboca en el mar, sin duda un entorno increíble del que no pudimos disfrutar mucho, porque teníamos que volver a la oficina de turimo a abrir el cofre! Porque si al acabar la ruta, hemos resuelto todos los enigmas, tendremos un código con el que podremos abrir el cofre del tesoro que se encuentra en la misma Oficina de Turismo.
Descubrimos las profundidades marinas abordo del Nautilus
Comenzamos la tarde a bordo del Nautilus cuyos barcos fueron pioneros en mostrar el fondo marino de la Reserva Natural de las Illes Medes, acogiéndose a las normativas de turismo sostenible.
La empresa cuenta con 3 tipos de embarcaciones diferentes: el Nautilus, catamarán con visión submarina; el Corsario, un barco al estilo pirata para conocer la historia naútica; y el Nemo, una lancha para poder llegar a las calas más recónditas.
Ofrecen diferentes tipos de rutas, nosotras subimos al catamarán con visión submarina para poder descubrir lo que se escondía en el fondo del mar.
El trayecto en barco es de 1 hora y media, y se incluye un recorrido para descubrir las Illes Medes, así como las calas más recónditas de la playa del Estartit.
El barco tiene tres niveles de altura: dos dónde puedes sentarte para disfrutar del trayecto y la zona con visión submarina. Nosotras decidimos subir a lo más alto y poder observar el paisaje sin ventanas, ya que el entorno es increíble.
Cuando la tripulación nos avisó pudimos bajar a la parte más baja del barco a descubrir las profundidades marinas. Pudimos ver un montón de peces que nadaban por entre las rocas y todo el fondo marino.
El barco estuvo parado un largo rato en el que pudimos estar observando el fondo del mar. Fue una experiencia muy relajante y casi hipnótica incluso para mis criaturas. Ellos disfrutaron mucho viendo los peces moverse de un lado a otro o escondiéndose entre las rocas y las algas.
Recomiendo mucho esta actividad en familia, porque es una manera muy divertida de contemplar las Illes Medes de cerca y descubrir la variedad marina que se encuentra en el fondo marino.
Al acabar el viaje en barco, decidimos retomar la ruta del Estar y el Tit que va hasta el Cap de la Barra, aunque no llegamos al final de la ruta, sí que disfrutamos de un bonito paseo hasta el mirador de la Punta del Molinet, y así acabar de empaparnos de todo el entorno marino que rodea el Estartit y las Illes Medes.
Roses, historia y cultura al lado del mar
El domingo dejamos el hotel bien temprano para poner rumbo a Roses, una población que se encuentra situada a menos de una hora en coche del Estartit, y que no os podéis perder si viajáis a la Costa Brava.
Roses es una ciudad sorprendente que además de playas y calas preciosas y tiene una historia fascinante que puede descubrirse desde los diferentes monumentos que pueden visitarse tanto en la montaña como en la ciudad.
Nosotras comenzamos con una visita teatralizada desde el conjunto megalítico que comienza en el Dolmen del Cap de l’Home y que hace una ruta dentro del Parque Natural de Cap de Creus por los monumentos megalíticos.
La visita teatralizada es ideal para hacer con criaturas, ya que a través de unos personajes de la época prehistórica se va descubriendo el etorno y la forma en la que vivieron nuestros antepasados en esa zona. La visita siempre se adapta al grupo, así que las explicaciones se hacen según la edad de las personas participantes.
Lo pasamos genial durante la visita, aprendimos mucho y nos reímos un montón. Es fácil de realizar, aunque no es accesible para personas con movilidad reducida. Además recomiendo no llevar carritos y poder hacerla porteando si es posible. La visita tiene una duración de hora y media, y puede reservarse desde la web de Turismo de Roses.
Para coger fuerzas hasta nuestra siguiente actividad, paramos a comer en un restaurante que nos recomendaron y que nos gustó muchísimo. L’Ancora de Roses, situado a primera línea de playa, ideal para ir con criaturas, ya que pueden entretenerse jugando en la playa mientras esperas que te sirvan la comida, que además estaba deliciosa.
Seguimos descubriendo la historia de Roses, así que después de comer visitamos el Castell de la Trinitat que corona la punta de la Poncella por encima del faro de Roses. Es un castillo del siglo XVI y tiene forma de 5 puntas, para conseguir una mejor defensa ante los proyectiles enemigos. Todo el conjunto es un ejemplo extraordinario de una fortaleza de artillería de costa.
El castillo puede visitarse de manera libre y también se pueden realizar visitas guiadas. Una de las visitas que ofrece el museo de manera autoguiada durante los meses de verano, es la actividad de “Piratas al castillo.” Es un room escape que las familias pueden realizar por su cuenta, y fue la actividad que realizamos en familia nosotras. Como el castillo estaba cerrado al público, los guías del museo nos guiaron para hacer esta actividad.
Lo primero que hicimos fue disfrazarnos para ambientarnos en la historia y meternos totalmente dentro del juego.
A través de una historia de piratas teníamos que ir resolviendo una serie de pistas que nos llevaron a descubrir diferentes rincones del castillo, en cada lugar teníamos que encontrar una nueva pista que nos dirijía hasta el siguiente lugar. La última prueba nos llevó hasta el tesoro pirata, y los peques pudieron elegir un par de tesoros de los que había en el cofre del pirata.
La idea del Room Escape me pareció muy chula para poder realizar la visita al castillo de una manera más divertida. Fue una actividad que disfrutamos tanto peques como grandes, pasamos una tarde muy divertida en familia descubriendo el Castell de la Trinitat.
Acabamos nuestra visita en Roses con una ruta en el Roses Exprés, un tren turístico cultural que ofrece diferente recorridos por la ciudad de Roses.
En los diferentes trayectos que ofrecen se pueden disfrutar de vistas panorámicas la Bahía de Roses, además de parte de la historia milenaria de la ciudad, así como sus puntos de interés histórico y cultural además de informaciones interesantes sobre el Parque Natural del Cap de Creus.
Nosotras hicimos la ruta del Puig Rom, un trayecto de una hora y media en las que subidas al tren vimos el faro de Roses, el Castell de la Trinitat y pasamos por la zona megalítica. Toda la ruta pudimos disfrutar de unas vistas increíbles de la Bahía de Roses, con el mar de fondo, realmente una postal de foto.
Desde el tren te van explicando la información más relevante de los puntos por los que pasa el tren, así que además de ver los lugares también conoces un poco su historia desde la comodidad de los asientos del tren. Sin duda, un plan relajado para despedirnos de la belleza de la Costa brava por todo lo alto.
Y hasta aquí nuestra aventura en familia conociendo la Costa Brava. La verdad es que Catalunya es en un destino familiar maravilloso con un montón de planes interesantísimos, nosotras volvemos encantadas de haber descubierto este rincón que os recomendamos mucho.
Si estáis planeando una escapada por la zona, podéis consultar las webs Visit l’Estartit y de Visit Roses donde podréis encontrar toda la información para disfrutar de un viaje inolvidable en familia.