A los pies del Cadí, y en la parte más desconocida de la Cerdanya, se encuentra este albergue rural familiar con un entorno más que privilegiado. Can Ribals es una antigua granja que suma más de 15.000 metros cuadrados delimitados por el río Aransa y esconde miles de opciones para que toda la familia disfrute de su estancia.
Un rincón mágico en la Cerdanya que combina la belleza de las montañas, la tranquilidad de un entorno rural y todas las comodidades que una familia necesita para sentirse como en casa, un albergue familiar pensado para desconectar, recargar energías y vivir momentos inolvidables.
En nuestra familia somos auténticos enamorados de la Cerdanya y de las montañas en general. Nos encanta viajar, descubrir nuevos lugares y encontrar espacios que conecten con nuestros valores: naturaleza, calma y autenticidad.
Desde el primer momento en que pusimos un pie en Can Ribals, supimos que este sería nuestro hogar, aunque solo fuera por unos días. Si estás buscando un alojamiento que te abrace con su calidez y sus vistas a las montañas, sigue leyendo: ¡te va a encantar nuestra experiencia!
Can Ribals, un alojamiento con alma
En pleno corazón del Pirineo, Can Ribals no es solo un lugar donde pasar la noche; es un refugio lleno de historia y cariño, ideal para familias que buscan un equilibrio entre tranquilidad y aventura. Sus espacios están diseñados con cuidado, ofreciendo rincones acogedores que invitan a la desconexión y áreas comunes que fomentan la conexión entre familias.
Nada más llegar, las montañas te saludan desde cada ventana y, si te decides a entrar, encontrarás un lugar lleno de detalles pensados para que cada miembro de la familia se sienta cómodo:
- Zona de recepción con nevera y microondas, perfectos para quienes viajan con bebés.
- Sala de estar con chimenea, instrumentos musicales y libros: ideal para desconectar y conectar con otros huéspedes.
- Sala de juegos con juguetes, sofás y mesas, donde los más pequeños pueden entretenerse mientras los mayores disfrutan de un momento de calma.
- Habitaciones acogedoras, con opciones para diferentes necesidades: desde baño privado hasta espacios compartidos.
Las habitaciones de Can Ribals están equipadas con literas de madera natural y, como en cualquier refugio de montaña, lo ideal es llevarse el saco de dormir. Sino, en la casa se puede alquilar un nórdico y/o mantas, al igual que las Podréis elegir entre habitaciones de distinta capacidad y con baño o no integrado.
Disponen de tronas, cunas, alzadores para llegar al baño y todo lo que se necesite tu pequeña/o.
Can Ribals ofrece a sus huéspedes servicio de cocina y comedor, desayunos muy completos y cenas caseras, de proximidad y de temporada ¡para chuparse los dedos!
El exterior no se queda atrás. Can Ribals ofrece todo lo que una familia puede soñar: bancos alrededor de una hoguera, una terraza para desayunar con vistas, piscina, parque infantil, rocódromo, campo de fútbol y… ¡alpacas! Sí, has leído bien, alpacas de la Cerdanya que harán las delicias de pequeños y mayores.
Joan y Ferran, unos anfitriones que marcan la diferencia
Detrás de este lugar están Joan y Ferran, quienes han puesto todo su corazón en cada detalle de Can Ribals. Su calidez y atención personalizada hacen que te sientas como en casa desde el primer momento.
Joan nos recibió con una sonrisa y nos mostró cada rincón con calma, mientras Ferran nos contaba curiosidades sobre las alpacas y las actividades que podíamos realizar.
Joan y Ferran son los encargados del buen funcionamiento del albergue y se nota que su pasión por la naturaleza y su deseo de compartir este espacio con las familias son el motor que hace de Can Ribals un lugar único.
Actividades para todas las edades
Si hay algo que nos conquistó de Can Ribals es que no importa la edad de tus peques: siempre hay algo divertido que hacer. Desde corretear por el jardín y descubrir bichitos hasta disfrutar de la piscina o escalar en el rocódromo, las opciones son infinitas. Además, están las alpacas, que se han convertido en un recuerdo inolvidable para toda la familia.
En verano, las noches en la finca son especiales. Nos cuentan que o bien sacan el proyector a la terraza y se disfruta de una sesión de cine al aire libre o bien se aprende sobre estrellas gracias a los conocimientos de Joan y un gran telescopio. Además, el año pasado estrenaron nueva piscina con vistas increíbles a la sierra.
¿Tienes peques más aventureros? No dudes en explorar los bosques cercanos o hacer una excursión sencilla por los alrededores. Y si prefieres un plan más relajado, siempre puedes visitar alguno de los pueblos con encanto de la zona, como Puigcerdà o la Seu d’Urgell.
Can Ribals, un alojamiento muy Mammaproof
Can Ribals no es solo un albergue, es una experiencia que combina naturaleza, comodidad y momentos en familia. Es el lugar perfecto para reconectar con los tuyos y con el entorno, sin prisas y disfrutando de cada momento. Si estás buscando un destino donde descansar, divertirte y crear recuerdos inolvidables, Can Ribals te espera con los brazos abiertos.
Prepara las maletas, el calzado cómodo y tus ganas de explorar. ¡La montaña te espera!