Todo arte tiene su intríngulis, su misterio y descubrirlo es la propuesta que ofrece el Museo de Diseño en Barcelona con el programa ‘Qui no estampa, s’espanta’ todos los sábados a las 11.30 horas, el precio de la entrada es de 3 euros, la duración de la visita es de dos horas y es necesario concertar reserva previa ya que el grupo es reducido.
Se trata de recorrido por dos de las plantas del enigmático edificio creado por Oriol Bohigas entre otros arquitectos, que propone remontarse a los años 1900, a los tiempos de nuestras abuelas y bisabuelas. En concreto a la industria textil indiana; telas procedentes de la India que mediante la técnica del estampado se hicieron accesibles a mayor población al abaratarse los costes.
Antes de empezar la sesión es posible disfrutar de un buen café en una maravillosa terraza que vale la pena visitar.
El interior de la cafetería también está ubicado en espacios amplios y cuidados así que se convierte en parada obligatoria, que puede hacerse antes o después de iniciar la actividad ya que se puede comer allí (conviene reservar).
El edificio cuenta con taquillas, cambiador en los servicios, y la biblioteca pública El Clot-Josep Benet con un amplio espacio infantil.
Arrancamos motores en la primera planta observando los primeros telares, donde las educadoras consiguen despertar la curiosidad del público al invitarles a explicar cómo se han realizado los dibujos. Resuelto el enigma pasamos a la acción; cogemos los moldes de maderas utilizados para realizar impresiones y se plantean juegos mediante imágenes para contextualizar prendas en diferentes culturas y situaciones. Son los pequeños quienes toman la palabra.
En la segunda planta, asistimos a la exposición de trajes y vestidos de diferentes épocas de la exposición El cos vestit. Siluetes i moda (1550-2015), la mayoría donaciones de la familia noble catalana Roca Mora que llegó a donar hasta 4.000 prendas de vestir a diferentes museos y fundaciones. Las instalaciones se encuentran a oscuras por la sensibilidad a la luz de los trajes y vestidos expuestos.
Finalmente es la hora de poner en práctica todo lo aprendido y ahora los asistentes se convierten en auténticos artesanos textiles al realizar un trabajo en equipo estampando sobre un telar diferentes placas, unas sobre otras, para descubrir el dibujo final creado entre todos. Y se llevan un trocito de la obra conjunta a casa.
