El barrio de Sants ha ganado un icono reconocible por su fachada decorada con bicicletas rojas que desafían la gravedad. ¿Será una instalación artística? ¿Será un taller de bicicletas? ¡No! es un edificio entero de apartamentos turísticos con muy buen rollo que sigue las bases del feng shui.
No hace falta ser un apasionado de la bici para alojarse en este hotel. Pero si lo eres ¡lo vas a disfrutar! Porque todo está pensado para la comodidad y movilidad de las familias que les visitan. Tamara y Carles, tienen cuatro hijas y no dudaron en integrar todos los servicios necesarios para los que viajan con niños.
Cada apartamento tiene su cocina perfectamente equipada, cunas, tronas, iPad y acceso a una terraza común, aunque todos los apartamento tengan una terraza privada o un balcón. Además, los huéspedes tienen la posibilidad de alquilar bicicletas en la tienda anexa a la recepción, para descubrir la ciudad. Planazo ¿verdad?