Hace unas semanas, gracias a Mammaproof, asistimos a un nuevo taller que presentó la basílica de la Sagrada Familia para los más pequeños de la casa y sus familias. “Al bell mig de la Sagrada Família” es una actividad centrada en los niños pero que nos permitió a todos descubrir detalles de la basílica y sentir la fuerza del mensaje cultural, artístico y espiritual de la nave y las fachadas.
Está recomendada para niños/as de 7 a 12 años, ideal para nuestras dos hijas (8 y 13, la mayor por los pelos… pero también disfrutó del taller!). Realmente es la edad que indicaban.
Por ahora no tienen una planificación “anual”, un par de veces al año según temporada y propuesta de sus talleristas van ofreciendo diversas actividades durante algunos fines de semana consecutivos. Pero si seguís su página web, podéis estar al día cuando anuncien nuevas actividades.
Una vez estábamos todo el grupo, adultos y niños, la guía de la actividad nos hizo una pequeña explicación de la fachada de la Sagrada Familia… el porque Gaudí la nombró así… y jugamos (estuvo muy bien la implicación de los niños para buscar la explicación de toda la fachada) -con unas fichas especiales que repartió a cada niño- a encontrar la imagen idéntica que aparecia en la fachada. Es la parte que da a la calle Marina, la fachada del Nacimiento. Estábamos rodeados de turistas, pero en ningún momento sentimos agobio.
Después entramos dentro, pudimos ver como la luz entraba por los bonitos vitrales de colores… y la guía nos llevó al centro de la Sagrada Familia, donde normalmente el acceso está cerrado, para ver y descifrar entre todo el grupo el escudo que hay justo en medio de la Sagrada Familia [no pude hacer ninguna fotografía de dicho escudo ya que nos comentó que es la única zona que estaba prohibido hacer fotos].
Y por último nos dirigimos a la zona de talleres, donde cuando empezaron a construir la Sagrada Familia ya hicieron unas aulas para los trabajadores y allí cada niño/a hizo su propio escudo familiar.
La visita + taller incluido duró aproximadamente una hora y media, estuvo todo muy completo y pasamos un buen rato descubriendo cosas de la Sagrada Familia.
Para nosotros fue una buena excusa para visitar un monumento emblemático de la ciudad que da la sensación solo visitan los turistas. Nos gusta compaginar diversión con cultura… no voy a negar que de entrada (sobre todo a la mayor) les daba pereza hacer la visita, pero luego salieron muy contentas (yo incluida) y con un conocimiento mayor del porqué Gaudí construyó la Sagrada Familia.