El seguimiento osteopático va desde el proyecto de la concepción hasta la adolescencia.
El Proyecto y la preparación para la concepción
Antes de llegar a ser una familia hay dos etapas importantes. La primera, la etapa de “Project- sens” nombrada así por la psicóloga francesa Dra. Maston y que podría traducirse como la etapa del “Proyecto” para referirse a los 9 meses previos al embarazo.
La segunda sería una etapa que podríamos denominar “preparación para la concepción”; Esta etapa es una transformación invisible que se da en la mujer y, a veces también en el hombre. Es un proceso invisible, a veces también lleno de indecisión y difícil de describir, donde la preparación para la llegada de un nuevo ser se pone en marcha.
La Osteopatía es una herramienta muy útil para preparar el cuerpo para el embarazo. Para ello se usan técnicas precisas que ayudan a mejorar la circulación y la inervación de los órganos ginecológicos. A menudo, también se usan técnicas para trabajar a nivel hormonal.
Por otro lado, la Osteopatía es una aliada que ofrece gran ayuda en casos de problemas de fertilidad y durante procesos de concepción asistida.
El cuidado durante el Embarazo
Esta fase puede ser mágica o terrible. Cada mujer puede vivir una experiencia muy diferente. Algunas mujeres vendrán solamente para la preparación física del cuerpo para el parto y otras necesitarán visitarnos cada mes por dolores, náuseas e incomodidades varias.
La Osteopatía es una técnica que permite recuperar el equilibrio y la buena fisiología de todas las estructuras mecánicas (huesos o ligamentos) y membranosas (músculos, fascias y órganos)
El Post Parto y la primera visita del recién nacido
El viaje osteopático sigue su misión hasta el post parto al que llamamos “el mes de oro”. La recién parida necesita amor, paciencia, calma y tiempo.
Durante la sesión de chequeo del post-parto acompañamos al cuerpo hasta su recuperación óptima. Acompañamos también dando pautas y consejos prácticos para el día a día. Es fundamental saber escuchar a la recién parida; Escuchar lo que dice su cuerpo, escuchar lo que dice la a ella y sostenerla, acompañarla. La escucha, el acompañamiento y el sostén son mi mantra.
También trabajamos con otros terapéutas con quien colaboramos desde hace años; fisioterapeutas, acupuntoras, psicólogas, doulas y masajistas especializadas en post-parto (Yo, para estos casos, soy de la opinión de trabajar con Mujeres. Quién entiende mejor a una mujer es otra mujer ¿no?)
Es importante poder acompañar a la mujer desde múltiples niveles. Y la fase de acompañamiento durante el post-parto es clave. Yo como mujer osteópata es en esta fase donde le dedico más energía.
La lactancia, mamá y bebé
En el caso que aparezcan problemas mecánicos en la lactancia también los podemos atender. Por otro lado, si la comadrona, la doula o la asesora de lactancia detectan en el bebé algo que le dificulta la lactancia como por ejemplo un bloqueo en la mandíbula o una tortícolis, tratamos conjuntamente la mamá y el bebé para trabajar ambos cuerpos que forman todavía una misma unidad.
Tenemos ya 16 años de experiencia atendiendo a recién nacidos (antes de estar en Barcelona, trabajamos con las Maternidades en París). Sin importar si el parto haya sido “perfecto”, muy largo o muy duro, hay que hacer una sesión de revisión para el bebé. Nosotros insistimos mucho en la importancia de este momento ya que la planta es pequeña y blanda y la osteopatía es poderosa y eficaz. Chequeamos todo el cuerpo del bebé, desde los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza dándole especial prioridad al chequeo del cráneo para evitar y prevenir plagiocefalias.
Imagínense el esfuerzo intenso que tuvo que hacer el bebé para poder salir por la pelvis; los huesos del cráneo, los hombros, las clavículas tuvieron que adaptarse mucho…
La Infancia
Sugerimos a los padres que nos traigan a sus pequeños cuando éstos empiezan a caminar ya que nos toca verificar todos los detalles de esa nueva postura y sus efectos en las articulaciones tanto centrales, periféricas como las de la columna.
La Pubertad y Adolescencia
Hasta los 18 años recomendamos hacer una visita periódica anual o puntual en el caso de sufrir algún traumatismo físico (esguinces jugando a fútbol, la caída desde un árbol o una caída en bici… hay muchas situaciones posibles por desgracia… ) O en el caso de un trauma emocional (duelo de un animal, un divorcio, una mudanza…)