Un encuentro no pensado, con una proposición de “aquí te pillo aquí te mato”, nos llevo a juntarnos un sábado a la familia con sus manadas. Eso requirió encontrar un restaurante donde pudiéramos tener una velada de reencuentro entre primos donde los más pequeños pudieran pasárselo bien mientras nos poníamos al día.
Después de varias opciones, quedamos en “El Galliner”. Un restaurante para ir con niños de fácil acceso desde la autovía dirección Sabadell, situado en Bellaterra. En frente, tiene una explanada grande a modo de aparcamiento.
Nosotros llegamos con antelación a la cita y pudimos descubrir con gran sorpresa el patio interior lleno de diversión para las crías de la manada y augurando tranquilidad para el café de los adultos.
Tenían montado un hinchable pequeño, tres camas elásticas, unos columpios, un par de torres de tobogán, una piscina de bolas y alguna moto que iluminó la cara a mi sobrino GP1. Había una chica cuidando el espacio y poniendo orden. Eso si, la plaga mosquitera de este verano, también tuvo su presencia. Moraleja: por si las moscas -mosquitos-, llevar repelente.
El local es amplio, con gran aforo. Tienen tronas básicas para compartir mesa con los más pequeños. La carta es normalita, para comer bien con platos básicos y también infantiles.
No tiene cambiador como tal, pero el mármol de los lavamanos pueden salvarnos la situación.
Sobre las 16,30h recogimos campamento ante la petición silenciosa de quienes esperaban cerrar el servicio para empezar a preparar el siguiente. Supuso un descubrimiento amable para encuentros de tribus. ¡Lo disfrutamos!
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