EscapadasVisita al Món Sant Benet en familia

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Món Sant Benet
 

Hay lugares en Catalunya bonitos de visitar en cualquier época del año, este es el caso de el Món Sant Benet en Sant Fruitós de Bages, en la comarca del Bages. Un espacio en plena naturaleza en el que conviven un monasterio medieval con una parte modernista, la fundación de investigación gastronómica (Fundación Alicia), un huerto didáctico, un hotel de 4 estrellas y tres restaurantes.

Podemos llegar fácilmente en coche. En poco más de una hora nos plantamos en un paraje natural que inspira paz y se respira calma. Además, notamos la diferencia de temperatura, en la Catalunya central, siempre hace algo más de frío. Nos abrigamos bien abrigaditos y empezamos nuestra visita.

Imatge cedida per l’equipament

Hicimos parada técnica en el edificio de La Fábrica, donde se encuentra la recepción y venta de entradas de las visitas. Los baños están muy bien acondicionados, incluso hay una habitación exclusiva con cambiador, una silla donde dejar las cosas cómodamente, etc. Al lado de la recepción, tienen una zona infantil de juego muy básica pero perfecta para estos tiempos de esperas. Además, ahí mismo también hay una zona de taquillas súper cómoda para dejar cosas y no ir cargado durante todo el día como si fueras un perchero andante.

Experiencia Medieval

Empezamos por el Monasterio con la visita guiada de La experiencia Medieval. Este monasterio benedictino es uno de los conjuntos monásticos de la Edad Media mejor conservados de Catalunya. La visita se inició puntual a las 11h con el sonido de las campanas. De hecho, pudimos subir a la torre del campanario para ver las espectaculares vistas de todo el entorno, nuestra guía nos desveló que sus dos campanas tienen nombre, la Beneta y la Valentina.

Al inicio tuvimos una pequeña explicación muy didáctica y visual para entender la organización de la sociedad medieval, dividida en tres órdenes o estamentos fundamentales: nobleza, clero y pueblo llano. Incluso nos invitaron a disfrazarnos con la vestimenta típica de la época, aunque pocos se atrevieron, a veces los niños y niñas también tienen vergüenza escénica.

A continuación, nos adentramos dentro de la iglesia románica, y tomamos asiento para disfrutar de un moderno montaje audiovisual, con hologramas y un sonido espectacular. Una narración dramatizada que repasa diferentes escenas y anécdotas de la historia que esconde el monasterio. Es cierto que la oscuridad del lugar y algunas escenas pueden dar un poquito de miedo a los más pequeños, pero si así ocurre, se puede salir libremente de la sala en cualquier momento.

Cuando se abrieron las luces de nuevo, nos quedamos boca abiertos admirando los restos de los frescos que quedan en el techo y en las paredes. Luego nuestra guía nos acompañó a uno de los rincones más tranquilos y bellos del monasterio, su claustro. Estuvimos rato observando detenidamente las escenas esculpidas en los 64 capiteles, todos ellos súper bien conservados.

Imatge cedida per l’equipament

Residencia de verano del pintor modernista Ramon Casas

También pudimos ver la cocina, el comedor y alguno de los dormitorios donde vivieron los monjes. Así, entendimos mucho mejor quiénes eran y cómo vivían. Y descubrimos que en 1907 Elisa Carbó i Ferrer, madre del pintor modernista Ramon Casas, adquirió el monasterio y este se transformó en la residencia de verano de la familia. Por eso, se pueden apreciar algunas características modernistas en las estancias del sobreclaustro.

Ya casi era la hora de comer así que volvimos dando un paseo por los alrededores hasta el edificio de La Fàbrica. Ahí también hay aulas de cocina de la Fundación Alicia donde las familias pueden hacer talleres de diferentes temáticas para descubrir el arte de la gastronomía. Podéis consultar en su web la oferta de actividades para disfrutar con toda la familia.

Comer en el restaurante La Fonda

Nos entró el apetito, así que nos dirigimos al restaurante La Fonda, ubicado en el mismo edificio de La Fàbrica. El personal de sala fue muy amable porque, aunque teníamos mesa a las 14:30, pudimos entrar un poco antes porqué nuestros peques ya tenían hambre. En este restaurante ofrecen un menú de gastronomía catalana moderna. Te dejan escoger entre 3 primeros, 3 segundos, y 3 postres. Platos de tradición catalana hechos con productos de temporada del propio huerto de Món Sant Benet. Y para los que quieran, regados con los vinos de la zona del Bages.

Y antes de irnos quisimos llevarnos un pequeño recuerdo de este día tan especial y bien aprovechado. Así entramos en la tienda donde tienen libros, algún que otro souvenir y sobre todo productos gastronómicos de la zona.

¡Animaros a visitar este bello rincón de Catalunya!

Imatge cedida per l’equipament

 

Categories: Cerca de Barcelona,Cultura y Ocio,De fin de semana,Escapadas,Museos

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