Si una cosa nos entusiasma de este centro es su familiaridad. Eva y Toni, sus propietarios, tienen muy claro que para que los niños aprendan (idiomas, o cualquier otra cosa) es muy importante que se sientan queridos, arropados y respetados, que los adultos que les acompañan sepan sus nombres, los conozcan y sobre todo que tengan muchas ganas de venir a clase.
En Dinocrocs tienen el gancho perfecto: Hocus y Lotus les esperan cada semana con una aventura por vivir. En aulas con ilustraciones adaptadas a cada grupo de edad y diáfanas para permitir el libre movimiento, los pequeños disfrutan de las historias de estos personajes. Una representación teatralizada por la monitora y en la que participan los pequeños, una canción, un cuento y una película son los recursos que utilizan para captar la atención de los pequeños y conseguir aumentar su vocabulario y favorecer la fluidez verbal.
A medida que los pequeños crecen, también lo hacen las aventuras de Hocus y Lotus, que complican sus experiencias para enriquecer el aprendizaje de los niños y niñas.
Historias y aventuras con las que no solo aprende el idioma si no que también trabajan emociones y situaciones cotidianas que afrontamos día a día.
Esta metodología de aprendizaje está basada en las investigaciones que la doctora Traute Taeschner de la Sapienza Universidad de Roma, llevó a cabo y que le valieron el reconocimiento con el Oro de la Comisión Europea al Mejor Programa de enseñanza de idiomes para niños y la financiación de la Unión Europea para traducir todos los materiales a distintos idiomas. En Dinocrocs se puede aprender inglés, pero también francés, italiano, alemán o español.
Estos materiales, libros y cuentos, dvd’s i cd’s de música son para las familias, de manera que durante la semana los niños pueden practicar e implicar a sus padres y madres en su aprendizaje leyendo, bailando o viendo un rato de dibujos juntos en otro idioma.
Nos gustó mucho constatar que el sistema de Dinocrocs se basa específicamente en la estimulación del interés de los pequeños, en el respeto por su proceso de aprendizaje y en esta implicación de las familias.
En Dinocrocs hay distintos grupos de edad (de máximo 8 niños) que se adaptan al ritmo evolutivo:
DinoBabies: de 7-9 a 24-30 meses, acompañados de mamá, papá, algún abuelo o su cuidador/a y en horario de mañana.
DinoLittle: cuando ya vienen solos, de 2-3 a 5 años.
DinoCrocs: de 5 a 7 años.
DinoJunior: de 8 a 11 años.
Cabe decir que en la filosofía de Dinocrocs, está muy inspirada en las enseñanzas de Maria Montessori por lo que, además de seguir sus pautas en la metodología de aprendizaje de los idiomas, también fomentan otro tipo de aprendizajes, sobre todo ligados a la autonomía y la autogestión del propio niño o niña. Por ello todo el espacio está diseñado para que ellos mismos puedan alcanzar y satisfacer sus necesidades, (incluso a la hora de ir al baño!) y se trabajan las rutinas.
Si seguís este enlace podréis hacer una visita virtual a su nuevo centro ubicado en Poblenou. Dinocrocs lleva más de 5 años funcionando con muy buenos resultados en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, en la calle Dalmases 81 y ahora aterriza en el distrito de Sant Martí. Dinocrocs, como comentamos al principio, es una empresa familiar, y por eso mismo tiene tan presentes las necesidades de estas: lo veréis reflejado en la flexibilidad que tienen para montar los grupos, pero también en las tarifas reducidas para familias monoparentales y familias numerosas.
Además, las familias que se inscriban en el nuevo centro disfrutaran de un 5% de descuento en en las cuotas mensuales si señaláis que sois lectores de Mammaproof!
