Chiara Leoni, psicoterapeuta con consulta en el Prat de Llobregat, aplica métodos humanistas y no clínicos. La visión humanista de la terapia infantil promueve el acompañamiento respetuoso en un proceso para acercarse al paciente, conectar con él, conseguir su confianza y poder ayudarle en sus miedos, traumas o bloqueos desde el respeto. Chiara Leoni transmite la calma, paz y serenidad necesaria para que este proceso con peques y adolescentes sea exitoso.
No es fácil que un niño o niña exprese lo que le pasa: el juego en la consulta de Psicologiafamilia es el aliado, y el tiempo también. “La propuesta es empezar de una manera abierta, sobre todo hacer mucha vinculación, que el niño o la niña pueda confiar, que tenga un espacio de expresión y a partir de aquí se va construyendo un proceso que normalmente es terapia de juego y expresión”, explica Chiara, formada en el grado de psicología y trabajo social.
Trabaja situaciones como la dificultad para dormir y conciliar el sueño, situaciones emocionales que se desbordan, pesadillas, tristeza, depresión, …. En su consulta hay varias propuestas para conseguir conectar con sus pacientes: muñecos, playmobils, cuentos… e incluso un par de churros de foame para librar batallas en modo juego. “Trabajamos la conflictividad, la agresividad e individualizamos los procesos. Hay niños que necesitan una descarga física”, añade.
Representar su mundo jugando con la caja de arena
Una de las últimas técnicas que ha incorporado Chiara Leoni es la caja de arena. “La propuesta es que representan su mundo con figuras de Playmobil y de otro tipo como piedras, conchas, animales o objetos pequeños. Normalmente los niños conectan mucho e inventan historias, es una técnica muy poco verbal. Salen temas de conflictos, miedos, traumas, …”, puntualiza la terapeuta humanista, que defiende sus métodos no clínicos para conseguir el apego con el paciente.
Tratar el trauma con la terapia de procesamiento ocular
Otra técnica que utiliza es el EMI, una terapia de procesamiento ocular, que sirve para traumas relacionados con fobias, por ejemplo el ahogo, en el que el recuerdo no es solo mental, sino físico. “Es muy potente: es un protocolo que se basa en una estimulación con movimientos oculares con el dedo y en la etapa infantil lo combinamos con el juego. El movimiento del dedo opera como una conexión a nivel cerebral. A veces la terapia simbólica no acaba de resolver el trauma porque el trauma está en el cuerpo y esta técnica busca justamente los anclajes con el cuerpo”, puntualiza Chiara.
Atención desde la etapa perinatal hasta la adolescencia
El trabajo de Chiara en su consulta empieza desde la etapa perinatal. Atiende a madres y padres (con sus hijos e hijas) en el asesoramiento en la crianza, que necesitan soporte para afrontar situaciones emocionales complejas o simplemente el apoyo de un referente independiente de la familia. Las consultas en la etapa infantil empiezan a los 6 años y siempre con la implicación de la familia. “La terapia infantil no es una terapia larga y por eso trabajo con un tempo marcado y por objetivos. Lo que sí que pido es un poco de compromiso: que no sea que el niño o niña se vincule y después la terapia acabe de manera abrupta”, explica. Chiara Leoni está formada en terapia Gestalt, Psicoterapia Humanista Integradora Infantil y tiene un máster en Psicología General Sanitaria. También es instructora de yoga Kundalini y de yoga para el embarazo.
La ansiedad después de la pandemia
La ansiedad es uno de los problemas que han empezado a manifestar muchos niños y adolescentes por la pandemia. “Se puede manifestar de muchas maneras: con tics, dificultad para respirar, comerse las uñas, irritabilidad. La ansiedad no es una situación grave pero a veces se cronifica y va ligada a una situación de ansiedad de los padres”, explica la terapeuta. La especialista recomienda a las familias que es el momento de permitir que niños y adolescentes vuelvan a vivir una situación lo más natural posible. “necesitan salir, hacer juego libre al exterior, jugar al parque, con arena y hacerlo en grupos desestructurados. Falta un poco de socialización libre y sin control”, recomienda Chiara.